martes, 9 de noviembre de 2010

La visita del Papa

Ya han pasado unos días y creo que los ánimos se han  calmado lo suficiente como para que de mi visión del asunto. A algunos les gustará, a otros les dolerá y a otros se la "refanflinfará".

En primer lugar comentar que mi propia personalidad y creencias religiosas no tienen nada que ver con este comentario (aunque es bien sabido por los que me conocen que la religión y yo no es que seamos precisamente compatibles). Esta entrada en el blog es para analizar las circunstancias y situaciones pre y post papa. No es Barcelona, pues no hablaré de lo que no sé, sino en Santiago, ciudad que conozco bien y en la que "intenté" pasar el fin de semana de la visita papal.

Una vez dicho esto empezar con la disertación.

La visita del papa se nos vendió a los gallegos como una oportunidad única en la vida para hacer dinero. Una forma fantástica y maravillosa de extorsionar a los turistas para enriquecernos. Vaaaale... no es que usaran esas palabras exactas, pero "grosso modo" fue lo que intentaron decir. Después de todo justificaron el coste económico que nos supuso a los que pagamos impuestos diciendo que se ganaría 6 veces más (los 3 millones que costó frente a los 18 que se iban a ganar). Creo que en cualquier lugar del mundo mundial, buscar un beneficio de x6 en un día se considera casi extorsión (cuando no timo, directamente).

Entonces los negocios empezaron a echar cuentas y a hacer cálculos. Los precios se subieron en todos lados y se empezó a vender la mantequilla antes siquiera de ver la leche. Sobre todo porque ese aumento de precios fue tan colosal que su único logro fue que la gente no se acercase a Santiago.

Luego llegó el dispositivo de seguridad requerido para una autoridad como el papa. De tal magnitud ese dispositivo que lo único que logró fue que los que somos de Santiago nos tuviésemos que ir, y los que eran de fuera y se querían acercar, perdiesen las ganas.

Conclusión final: Un Fracaso Total.

¿Qué se logró con esto? Únicamente cabrear a los ciudadanos.

Yo entiendo que cuando una "celebridad" aparece, pues que se le garantice una seguridad. No sólo es lo mínimo que hay que hacer, sino que entra dentro de lo lógico. Pues una seguridad eficiente garantiza una publicidad positiva hacia el lugar. Pero exceder todos los límites con esa seguridad sólo consigue lo contrario. Que la protección deja de ser efectiva pues se transforma en opresión. Ya no se protege a 1 frente a X, sino que se oprimen a X para proteger a 1.

Mi caso concreto. Yo vivo cerca de Juan XXIII, una de las calles por las que pasaría el papa. En una callejuela cercana es donde suelo dejar el coche aparcado ya que nuestra querida ciudad no consta de buenos aparcamientos para particulares (cosas de ser una ciudad antigua, en la que los edificios antiguos no tenían plazas de garaje propias, así como tener una serie de alcaldes con los años que sólo piensan en hacer calles más estrechas, aceras más anchas, eliminar los aparcamientos en las calles... y sobre todo, no dar alternativas a donde aparcar los coches). Así como el papa aparecería por la mañana, todos los que vivimos allí (y por allí me refiero a todo aquel que viviera en las cercanias de donde iba a pasar el papa, y en muchos casos, ni tan siquiera que pasase cerca) fuimos expulsados de nuestras casas. No con acciones directas, sí con indirectas. Pues la ciudad se cierra al tráfico durante todo el día. Resultado: que todo aquel que tenga, quiera o necesite ir a otro lugar en coche... pues a salir a las 8 de la mañana y luego NO REGRESAR (no puede) hasta la noche.

Yo aproveché que un amigo vive en las afueras y pude escapar de ese caos gracias a que me dejó dormir en su casa. Así que lo que saqué en claro de la visita del papa a mi ciudad es que de lejos se ve todo diferente. Porque de cerca no nos dejan.

Los de fuera que se tenían (querían o podían) que acercar a verlo... pues como que no. Después de la publicidad que se hizo a las medidas de seguridad, la gente perdió las ganas. "¿Qué es eso de tener que pasar sopocientos controles de carretera para luego tener que sufrir los cacheos de policías a todas horas? Pues para eso no voy"... Supongo que es lo que debieron pensar. Sumado, claro está, al aumento de precios de todo lo que había.

A mayores comentar que los comercios y negocios que se encuentran en las calles por las que pasaría es papa, también tenían que cerrar (no fuera a ser que preparasen un atentado o algo así). De forma que esos comercios tan bien situados y que hubieran podido ganar unos durillos con el asunto, también se vieron privados de dicha bonanza económica.

¿Quién ganó con todo esto? No me salen las cuentas, porque no veo que nadie haya ganado nada (ni tan siquiera el papa... que vio que en España a la gente cada vez le importa menos el más allá, visto como está el "más acá").


Finalizando. Menos parafernaria, menos tontería y menos estupidez.
Menos Parafernaria: Si se le da menos bombo, y menos platillo a estas cosas, menos pompa y menos boato. Pues menos dinero que se gasta y más que se ahorra.

Menos Tontería: Por parte de los políticos, que nos intentan vender algo que es invendible. Decir que el coste económico se multiplicará por 6 es como decir que mañana lloverá oro en las calles.

Menos Estupidez: Por parte de los ciudadanos que se creen todo lo que dicen los políticos.


Por último ultimísimo. Puede que mi visión esté sesgada por mis creencias, pero no creo que una visita relámpago como la del papa necesite tantas medidas de seguridad. Con la décima parte de lo invertido ahí hubieran cubierto todo sin problema (y se hubiera gastado mucho menos). También comentar que, al margen de mis creencias religiosas, me pareció una falta de respeto tremenda lo que hizo nuestro presidente del gobierno. Cuando un jefe de estado (y mal que les pese a algunos, el papa lo es) aparece en un país (con aviso previo, es decir, que no se pude decir que no lo supiera), es de recibo que el jefe de estado (y en nuestro país eso es el presi, no el rey, aunque en "letra" diga lo contrario) del país receptor vaya a recibirlo.

Claro que eso demuestra, una vez más, que a nuestro presi poco le importa la política exterior... al menos la que a él no le reporta votos, claro.

4 comentarios:

Josefo el Apóstata dijo...

Sólo un par de matizaciones:
La visita del Papa no fue una visita oficial de un Jefe de Estado, fue una visita privada, en las propias palabras de los anfitriones, la Conferencia Epioscopal española, una visita "pastoral", por lo que los "recibimientos" también deberían haber sido a título privado, no en representación del pueblo español, en todo caso de los católicos españoles y los gastos no deberían haber salido de las arcas públicas.
Y otra: el Papa efectivamente es el Jefe del Estado Vaticano, un Estado antidemocrático, misógino y homófobo.

Gangrol dijo...

Gracias por el comentario, y acepto la puntalización que me haces.

Isaak dijo...

Buena crónica, Gangrol, casi lo único medianamente sensato, descriptivo y terrenal que he leído hasta ahora sobre el tema.

Opino que las visitas de don Papa deben ser, a partir de ahora, por sorpresa. Tomar un mapa y poner el dedo con los ojos cerrados, jetmóvil al canto y en dos horitas puede estar besando niños en Tortosa y haciendo mahonesa en el aire con su manita.

Que mejor para mantener en orden a fieles y diócesis que hacerlas vivir bajo la incertidumbre de una visita inesperada del jefe...

Éso sí, que se opere la sonrisa que cualquier sacerdote exorcista puede confundirse y ponerle perdido de agua bendita.

Saludos cordiales.

Gangrol dijo...

Isaak...
la verdad es que hay un par de fotos rulando por interneto en las que, sin ningún tipo de "potochof", se aprecia claramente el parecido que hay entre nuestro querido Nazinger Z y el Emperador Palpatine, o incluso la niña del Exorcista.

... ¿estará poseído? ¿habrá sucumbido al lado oscuro? ¿Hago este programa de mierda porque me pagan mucho dinero? Estas y otras preguntas no encontrarán respuesta en el próximo programa de "Visións Desconocidas"

XD