viernes, 25 de enero de 2013

Te roban, y aún encima tienes que estarles agradecido...



Retomo el blog para comentar un  hecho que me acaba de pasar. Es lo que se podría definir como “robo” puro y duro.

Os pongo en situación: Acaban de darme el correo y veo dos cartas de la Dirección General de Tráfico, y, como suele ser habitual, ya me temo lo peor. Y acierto. Son dos multas por exceso de velocidad. En la autovía A-52, dirección Ourense, en el radar fijo que hay en el puente de Ribadavia, me marcan dos multas por ir a 131 Km/h en zona de 120 Km/h de velocidad máxima. Adjuto a las multas está el parte de revisión de dicho radar, fechado en 10 días antes a la primera multa y 17 días antes a la segunda.

En el caso de una multa en carretera secundaria, no puedo decir nada, pues ahí siempre caben los despistes, los desconocimientos de las zonas o la simple prisa… pero en el caso de las autovías, yo soy alguien “metódico”, es decir, nada más entrar en ellas dejo que la aguja del cuentaquilómetros llegue a los 120 y le doy al botón del coche del “control de velocidad”, de forma que pueda conducir (aburrido, eso sí), pero sin preocuparme por las multas. Por lo que estoy plenamente convencido de que no iba a más velocidad.

Así que, en mi convencimiento de inocencia personal, llamo a la aseguradora para que me informen sobre el procedimiento de reclamación pertinente… y lo que me dicen me deja la cara a cuadros. Resulta que en este tipo de multas, la carga de la prueba recae en el infractor. Es decir: yo tengo que demostrar que no iba a 131 Km/h… algo totalmente imposible. Pues la única posibilidad sería la de recurrir a inspeccionar el radar que me hizo la foto, y para ello es necesario hacer una instancia a la DGT solicitando dicha revisión (la cual siempre es denegada en primera instancia y hay que recurrir otra vez), y son ellos mismos los que hacen la revisión y la evaluación... Y aún encima te cobran las tasas de dicha “revisión”, amén de las nuevas tasas judiciales por la reclamación de la multa… lo que significa que al final, aún si ganas, tienes que pagar diez veces más de lo que les has reclamado.

Es como si se le pidiese a un ladrón que entra en tu casa que, una vez cometido el robo, juzgue él si fue robo o no. ¿Qué va a decir? ¿Qué sí es un ladrón que ha robado? Y aún en el caso de que sea “honrado” (dentro de la honradez que pueda tener esta gentuza) y diga que sí, te devuelve lo que te ha robado, pero te cobra el triple “por las molestias”.

Así que en la aseguradora me han recomendado que pague, para beneficiarme de la rebaja, y me olvide del tema. Ante lo que yo me he quedado con una sensación de total indefensión. Vienen, te roban, te amenazan, y aún encima tienes que estarles agradecidos porque “te hacen un descuento” en el robo…

Menudo país.

El afán recaudatorio de esta gente ya no conoce límites.

Si aún pudiese dudar sobre la veracidad de la multa, pues me callaría y listo… pero aquí donde estoy totalmente convencido de mi inocencia… no me queda otra que pagar y callarme.

Es como lo que está pasando ahora en Portugal. Que a los conductores gallegos se les multa con 200 euros por no llevar la “carta verde”, cuando desde el año 1990 ya no es necesaria. Pero como dicen allí, reconocen que no hace falta llevarla, pero que las multas se seguirán poniendo y cobrando.

Y yo me pregunto… ¿no hay nada que se pueda hacer contra esto? Se nos pisa, se nos mangonea, se nos roba, se nos extorsiona, se nos amenaza, se nos esclaviza… y aún tenemos que estar agradecidos porque todo eso lo hacen “por nuestro bien”.

Yo no he visto ningún “bien” en esto. La verdad, el “bien” que promulgan… no sé donde está. A menos que se refieran al “bien” de sus cuentas corrientes… o al “bien” de sus mansiones… o al “bien” de sus sueldos… o al “bien” de su poder. En esos casos, claro que se ve… demasiado “bien” se ve.

Qué país…

Cada vez más ganas de largarme de aquí de una puta vez y probar suerte en cualquier otro lado… en cualquier lado donde se fomente el trabajo, el mérito, los conocimientos, el saber… y no en esta mierda de país donde lo que se fomenta es el robo, la extorsión, la esclavitud, la vagancia, la estupidez y la mala hoxtia (de esto… demasiado… pues de un tiempo a esta parte, demasiada gente la comparte… y eso algo tiene que significar).