viernes, 30 de enero de 2009

Apariencia Puntual

Tal día como hoy (y durante la mayor parte de esta semana) he estado viendo como unos empleados del ayuntamiento se dedicaban a pasar por el pueblo limpiando aceras y plazas con máquinas de presión; recogiendo ramas caídas; etc... Simplemente dejando el pueblo bonito.

Ante tal gesto de pulcritud y apariencia me dio por pensar que al fin las cosas empezarían a mejorar. Que con esto del temporal que nos azotó la semana pasada, el ayuntamiento se había puesto las pilas y había decidido hacer algo por el pueblo y arreglar los desperfectos causados y de paso hacerle un labado de cara al pueblo.

Pero como siempre que se trata de política las apariencias engañan. No se limpiaba el pueblo porque hubiera que hacerlo, sino porque en unos días llegaría el presidente de la diputación. Y claro para entonces habría que tener el pueblo arreglado...

Lo de siempre, las cosas nunca se hacen porque haya que hacerlas, porque sea correcto hacerlas, o simplemente porque sea el deber de uno hacerlas. Siempre hay una razón para ello, y esa razón tiene que ver con la apariencia puntual. Y en política más.

¿Que ocurriría si el político de turno, en lugar de arreglar las cosas para una visita, las tuviese siempre arregladas? Pues que la gente del lugar estaría más agradecida, que los habitantes podrían estar más contentos con su ayuntamiento. ¿Porqué no se hace? A saber... sobre todo teniendo en cuenta que cuantas más obras más posibilidades hay de poner la mano en la espalda "a ver si cae algo".

Nunca entenderé estas políticas de "apariencia". Lo que importa siempre es el momento actual, no el mañana o el cuando venga el jefe. Si las cosas hay que hacerlas, se hacen, da igual quien esté mirando, da igual quién vaya a venir. Si las cosas siempre se hacen bien, cuando venga el jefe, el inspector, o el mismo Papa de Roma, no habrá que hacer un "apaño" de última hora, pues las cosas estarán como siempre: Bien.

Esto que tanto me molesta en política, también ocurre en la vida cotidiana de cada uno de nosotros. Lo vivimos día sí, día también. Un ejemplo es el trabajo: cuando está el jefe, se "hace más" (o por lo menos se aparenta que se hace más); cuando el jefe no está... el trabajo es más relajado. Otro ejemplo es la propia vida diaria: limpiar la casa cuando vienen visitas... ¿porqué no limpiarla siempre? Así cuando vengan visitas estará limpia, y cuando no vengan, también.

Este tipo de actitudes son las que nos hacen ser lo que somos, tanto en vida pública como privada. Y claro los políticos han sido como nosotros alguna vez. Así se traduce que luego en la práctica cotidina hagan las cosas para "la foto", pero luego en el día a día se olviden de los ciudadanos que son los que los han llevado a donde están (algo que se olvidan rápidamente cuando se cuentan los votos, y que no recuerdan hasta un par de meses antes de volver a necesitar esos votos).

Si simplemente cambiásemos ese sencillo comportamiento en nuestro quehacer diario, las generaciones futuras, que se educan con la imitación de los adultos, serían las encargadas de llevar esta práctica más allá, y cuando alguno de ellos llegase a política, tal vez entonces se podrían hacer las cosas así.

Sé que no son más que sueños y desvaríos de alguien que no ha perdido la fe en la raza humana... pero es que sin sueños es imposible vivir, pues la realidad que nos encontramos cada día ante nuestros ojos es demasiado triste y deprimente como para soportarla.

viernes, 23 de enero de 2009

Pena de Muerte en China

Leo hoy en el Faro de Vigo (23 de enero de 2009, página 64) una noticia realmente impactante.

Dice el Titular:

Condenados a muerte dos chinos por la adulteración de leche que mató a seis niños


La notica habla de como estos individuos adulteraron la leche con melamina, una sustancia empleada en la fabricación de plásticos que engaña a los detectores de proteínas en los análisis alimentarios. Esta adulteración en la leche causó secuelas a más de 300.000 niños y la muerte de seis de ellos.

Pero en sí no es de esta noticia en concreto de lo que voy a hablar hoy, sino de la proporcionalidad entre delito y castigo.

¿Es proporcional en este caso concreto? A mi modo de ver no... para ser proporcional habría que hacer el cálculo de cuanta melamina habían introducido en los 300.000 niños y luego obligarlos a ingerirla, hacer que enfermaran como los niños y sólo en el caso de que eso no los matese, entonces darles muerte (y de la forma más dolorosa posible).

Y aún así no sería del todo proporcional.

Hay casos y casos, pero cuando se trata de niños, no hay pena lo suficientemente dura ni castigo lo suficientemente severo como para criticarlo. ¿La Muerte? Sólo como punto final.

Este mismo caso, en España, sería llevado con calma y tranquilidad por unos juzgados lentos, por unos abogados sin escrúpulos y por una fiscalía más preocupada en la política que en la justicia... y al final se saldaría el caso con un par de años de carcel (con suerte), una multa mísera y poco más... y luego, años después serían los ciudadanos los que pagarían con sus impuestos las secuelas ocasionadas por esta intoxicación.

Y no estoy haciendo ningún tipo de especulación, sólo hay que mirar hacia unos años atrás y ver que ocurrió aquí con el Aceite de Colza.

Vivimos en un país donde las leyes se han creado para no cumplirlas (en realidad se crean leyes que contradicen a otras leyes, y que hay que cumplir a la vez) de forma que aquellas leyes que sí deberían cumplirse no se cumplen, pues desde nuestra más tierna infancia se nos educa para en la ilegalidad y la picaresca.

¿Es la pena de muerte una opción?

Vale que se trate del castigo supremo pero personalmente no lo descartaría nunca. Es cierto que hace unos años, si se me preguntase sobre este mismo tema hubiera dicho tajantemente un NO, pero la vida cambia a las personas, y donde antes veía que la vida era algo precioso y que nadie estaba por encima de los demás para juzgar, ahora veo que hay un valor por encima nuestro y es la sociedad en su conjunto. Y un ser que es capaz de, por un puñado de míseros dólares, asesinar a niños inocentes, los cuales son precisamente el valor más importante de cualquier sociedad, no debería vivir.

¿Soy un extremista? No lo creo, simplemente creo que ya está bien de ir de buenos por la vida, cuando se trata de este tipo de crímenes no existen las medias tintas. Hay que acabar con el problema de raíz.

A un perro rabioso se le elimina, de esta forma se elimina su sufrimiento y se evitan posibles problemas futuros. ¿Porqué no hacer lo mismo con aquellos que tan implacablemente se aprovechan de la inocencia de la sociedad?

¿Pena de muerte?

Habría que ver cada caso concreto, pero actualmente mi respuesta es Sí

miércoles, 14 de enero de 2009

Ansiolíticos para todos



Los ansiolíticos son una serie de fármacos con la función de eliminar la ansiedad y tranquilizar los ánimos e inquietudes de aquellos que por circunstancias (a veces internas, a veces externas) necesitan de una ayuda para lograrlo.

El problema que se plantea ante el uso de estos medicamentos es si realmente son necesarios... y la respuesta es un rotundo SI.

Pero no ya porque la gente necesite de una ayuda farmacológica para lograr superar los altibajos que nos depara la vida, sino porque en estos tiempos que nos ha tocado vivir es raro el día en que no nos planteemos de una u otra forma si no sería más fácil agarrar a los políticos y colgarlos a todos de alguna parte (y como yo no soy político, mis palabras quieren decir exactamente eso... nada de "sopesarlos" como añadiría Fraga).

Esto viene a que en el día a día no hacemos más que encontrarnos travas a nuestra propia vida (sea en el nivel profesional o en el personal). Cada día que pasa las cosas se complican más y más sólo para beneficio de algunos pocos. Y luego nos hacen creer que es por nuestro propio bien.

Un ejemplo lo tenemos en las subvenciones y ayudas de las distintas administraciones. Así por ejemplo en Galicia la Xunta "premia" con un 40% y hasta 450 euros la compra de un ordenador portatil a los autónomos. Algo que no viene mal, ya que ahora mismo con lo de la crisis y demás, el dinero es algo que hay que vigilar.

Pero como siempre ocurre, este tipo de ayudas están creadas para que no se puedan cumplir (o sea tan difícil que salga más caro cumplir los requisitos que luego la propia ayuda). En este caso, y nombrando sólo un par de los requisitos, es necesario que esta compra se haga en alguna de las tiendas que hayan sido aprovadas por la Xunta (creo que se cuentan con los dedos de la mano), y además sólo se aprovará en equipos portátiles que lleven un sistema operativo gratuito (Linux). El problema es que no existen ordenadores portátiles que lleven Linux... todos ellos vienen "castrados" de fábrica con el Güindous Vista. Luego se les podrá hacer el apaño y poner Linux, pero en el momento de la compra, es el Vista el que poseen, por lo tanto no hay posibilidad de que esos ordenadores entren dentro de la subvención de la Xunta.

Por otra parte, siempre podríamos decir que nos hiciesen el ordenador "a medida" (un clónico), de forma que ya no estuviese obligado el sistema operativo, y por lo tanto entrase dentro de la opción Xunta... pero es que estos ordenadores salen carísimos (y desde luego no compensan los 450 euros que da la xunta... ni mucho menos), y aún encima las tiendas que tienen la concesión de la Xunta para otorgar estas subvenciones no se dedican a la "creación" de ordenadores portátiles, por lo que tampoco sería una opción.

Es lo que podíamos definir como el Timo de la Estampita... sólo que en este caso es legal.ç

De ahí el título de esta entrada... visto como nos tratan los políticos (políticos cuya función es ayudar a los ciudadanos, lograr que la sociedad sea mejor), aún no entiendo como a las farmacias nos ponen tantas travas para la dispensación de ansiolíticos, cuando lo que deberían hacer es obligar por ley a chutar a todo ciudadano... no sea que algún día se nos crucen los cables y nos liemos a tiros contra todos ellos.

Quién sabe, tal vez no esté muy lejano el día en que la sociedad se revele y mande a paseo a todos esos politicastros que no sirven para nada, y tal vez entonces se construya un mundo mejor... claro que soñar es gratis (mejor no lo digo muy alto, que sino luego seguro que sacan una nueva ley en la que cobren impuestos por los sueños... o tal vez la SGAE se apunte a la movida y nos cobre por soñar... que seguro que al soñar estamos matando la música)

Que diox nos pille confesados

lunes, 5 de enero de 2009

Burocracia (Segunda Parte)

Aún cuando haya pasado mucho tiempo dese mi última entrada (es lo que tienen las navidades... dejan poco tiempo libre para dedicar a estas cosas), sigo empeñado en continuar mis disertaciones sobre este tema.

Hay pocas cosas en las que la mayoría de la gente esté de acuerdo, pero cuando se trata de burocracia, casi todos opinan igual: "Es un desastre"... y tienen razón, en parte.

Recurramos, como siempre, a la RAE para conocer el significado de esta palabra

burocracia.

(Del fr. bureaucratie, y este de bureau, oficina, escritorio, y -cratie, -cracia).

1. f. Organización regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que le son propios.

2. f. Conjunto de los servidores públicos.

3. f. Influencia excesiva de los funcionarios en los asuntos públicos.

4. f. Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas.


Así podemos ver que tanto la primera como segunda definición nos dan un punto de vista funcional de la burocracia, mientras que la tercera y cuarta son más propias de la actualidad y más realistas a todos los efectos.

La burocracia nació como un sistema de responsabilidades, es decir, un sistema en el que toda acción emprendida pudiese ser "rastreada" hasta aquel que ostentase la responsabilidad sobre la misma para que, llegado el caso, se pudiese castigar o premiar su acción. Toda una serie de normas nacieron para fomentar esta búsqueda de la responsabilidad.

Pero como siempre ocurre, lo que en principio es un buen sistema (asumir responsabilidades trae mayor eficiencia y más productividad) se transformó en un sistema en el cual la única responsabilidad real es la que no existe, pues entre tantos papeles y normas diseñadas para buscar responsables, es imposible encontrarlos.

Para el fin de encontrar responsables se crearon normas y leyes... pero en la actualidad el fin último de la burocracia es cumplir las normas y leyes.

Y el cumplimiento de las leyes ha de ser consecuente con las realidades. Las leyes que se crearon para mejorar un sistema, para hacerlo más eficiente, para hacerlo productivo, ahora son la causa de que no existe productividad ni eficiencia en el mismo. ¿No sería mejor entonces eliminar esas normas? ¿O incluso cambiar todo este sistema?

Pero eso es algo que jamás se hará. Para poder hacerlo es necesario tener poder a nivel estatal... pero actualmente el poder estatal se basa en la "DEMOCRACIA" (esa gran mentira que a todos nos hacen creer) y por lo tanto, teniendo en cuenta que a cada día que pasa aumentan más y más el número de funcionarios, ningún político que tenga en mente seguir en el poder (es decir, todos ellos) hará nada en contra de esa gran población de "agradecidos votantes".

Seguimos anclados en el pasado, donde hoy día todo se hace vía informática, donde la vida entera de cada uno de nosotros se puede almacenar en un pen-drive del tamaño de una uña (y en el cual sobraría espacio tanto espacio que sería realmente un desperdicio gastarlo en esa nimiedad)... ¿cual es la motivación real de tener que entregar un gritón de papeles para hacer una simple solicitud?

La respuesta es obvia... Ante la pregunta de "Porqué", la respuesta siempre será "¿Y yo qué sé?". Una respuesta muy gallega... responder con otra pregunta... pero es que si nos tomamos en serio las respuestas que se nos ofrecen... porque de las 5 copias, una va para el subdirector, otra para el director, otra para la sección de recursos, otra para............... al final lo único que se consigue es llenar los archivadores de folios escritos que nadie lee, y que no sirven para nada, pues cuando realmente se necesita, lo único que se nos ofrece es la oportunidad de "rehacer todo el trabajo", ya que los originales se han "transpapelado".

El trabajo real que se lleva a cabo en cualquier administración pública se podría hacer exactamente igual con un décimo del personal... y se podría hacer infinítamente mejor con sólo un tercio del personal. Entonces... ¿porqué se necesita a tanta gente? Siceramente por hacer bulto...

Hay muchos tipos de funcionarios... los que trabajan, los que no trabajan, los que están, los que no están, los que hacen el trabajo del resto, los que dejan que otros hagan su trabajo... Cada cual tiene sus características, pero al final lo que se saca en claro es que cuanto menos trabajen, más les valoran.

Aún es reciente la noticia del periódico que hablaba de como los funcionarios de un pueblecito gallego se habían revelado contra el ayuntamiento porque el alcalde había insinuado que cobrarían en función de su rendimiento y horas de trabajo... Se ve que con esos requisitos, todos ellos terminarían por tener deudas con el ayuntamiento.

Yo veo bien que se le ponga un freno a esta situación. Si el sueldo del funcionario está establecido en un mínimo por una serie de horas de trabajo, aquellos que no las cumplan, deberían cobrar menos. Ya no por las horas en sí, sino por el trabajo, por la eficiencia, por los compromisos adquiridos con los ciudadanos (después de todo, somos nosotros, los ciudadanos de a pie, los que pagamos religiosamente los elevadísimos impuestos que tenemos aquellos que no pertenecemos a la función pública, los que les damos su sueldo y los que, al menos en teoría, deberíamos ser servidos por ellos... y no al revés).

Además de todo lo dicho... ¿qué es eso de tener un puesto de trabajo a perpetuidad? Si yo (o cualquier otro trabajador por cuenta ajena, o incluso autónomo) realizo mi trabajo de una forma tan poco eficiente y productiva, lo más probable es que acabe en la calle buscando un nuevo trabajo... en el cual más me valdrá ponerme las pilas y hacer lo mejor posible.

Para los funcionarios esto no vale... su visión es muy diferente. Según palabras casi textuales de un amigo que está intentanto sacarse la plaza de funcionario: "Ahora me toca trabajar, pero en cuanto sea funcionario, no pienso pegar palo al agua". Su visión de la función pública es muy simple, pero realista.

Definitivamente, los funcionarios no son más que piezas en el funcionamiento de la administración, la buracracia es su motor... y ambas están totalmente fuera de lugar en una sociedad que busca a eficiencia y la productividad.

Ya decía Napoleón:
"Si quieres que algo se haga rápido, encárgaselo a alguien ocupado"
"Si quieres que algo se demore eternamente, encárgaselo a una comisión".

Para terminar este ataque contra las instituciones públicas repetiré una frase de mi entrada anterior:

"Funcionario: aquel que por la mañana no está y por la tarde no trabaja"

Así nos va