viernes, 20 de mayo de 2011

Democracia ¿Real?

            Estos últimos días se están viviendo situaciones un tanto chocantes. Como por ejemplo el movimiento “Democracia Real, Ya”. Es curioso como todo puede ser fácilmente tergiversado en función de quién esté hablando. Lo que empezó como un movimiento de protesta hacia un sistema corrupto y manipulador, se ha transformado en un movimiento que busca perpetuar en el tiempo ese mismo sistema, cuando no ya cambiarlo por algo mucho peor. 

            Intentaré explicarme un poco mejor.

            La democracia una opción de gobierno en la cual a través de una elección popular se elige entre varias opciones para ver quién será el que mande en la sociedad que lo eligió durante un período de tiempo determinado (en nuestro caso, cuatro años). En teoría se asume la voluntad de la mayoría como opción válida, y durante ese tiempo se obvian las voluntades de las minorías (y digo obvian en lugar de una palabra más fea, por no ensuciar demasiado este blog). Ahora bien, este movimiento ha otorgado grandes “perlas” de sabiduría como la que sigue, por un tal @Erradicación a través de twitter: “Si Espe logra de nuevo la mayoría absoluta, contad conmigo para sacarla del gobierno A LA FUERZA; nunca en mi vida he hablado tan en serio”. Es decir, que para algunos “democracia” es aceptar la voluntad de la mayoría SIEMPRE que esa mayoría haga lo que YO les digo, pues en caso contrario se les obliga A LA FUERZA a aceptar lo que YO digo. Muy simple.

            Así también soy yo demócrata.

            Podrá caernos mejor o peor la Espe, podremos seguir su trayectoria con más o con menos interés. Podremos aceptar su ideología o bien podrá repatearnos la misma. Podremos opinar diferente o no. Pero lo que no podemos hacer es ser tan sumamente inmaduros y manipulables como para defender la democracia a través de la dictadura de la fuerza.

            Ahora bien, hay que reconocer que lo que tenemos en este país no es precisamente una democracia Real. Más bien al contrario, lo que nos gobierna es un sistema dictatorial encubierto, en el que los que estamos abajo da igual que sea la izquierda, da igual que sea la derecha, lo único que recibimos son palos por ambos (en realidad el mismo perro con distinto collar). Y que esto es una dictadura se acaba de demostrar, al haber sido declarada “ilegal” la manifestación. Una cosa es que caiga mal o bien. Una cosa es que guste más o menos. Pero de ahí a emplear el poder del “Estado” en beneficio de unos pocos eliminando libertades a los demás ya es pasarse. Es un claro ejemplo de dictadura. Después de todo lo que antiguamente se conocía como Jornada de Reflexión ya no existe. Desde la llegada de internet, de los teléfonos móviles y de los mensajes SMS, es absurdo pensar que la gente no “verá, oirá ni hablará” ese día. Además… tanto protestar por la circunstancia de que alguien diga algo en contra, pero bien que los carteles y panfletos seguirán colgados el día 21… y el 22… y posiblemente durante un par de meses después de las elecciones. Así que mejor no vengan dando clases de “democracia” aquellos que nunca han creído en ella (y desde luego nunca la han empleado).

            Ahora hagamos un ligero análisis de las propuestas del grupo. 

1.      El primer punto, llamado “Eliminación de los privilegios de la Casta Política”, totalmente a favor, e incluso diría que se quedan cortos.
2.      El segundo punto, llamado “Contra el Desempleo”, ahí ya no puedo estar a favor. Estas medidas que proponen en su segundo punto lo único que lograrán será aumentar aún más la tasa de desempleo. Hay que dar LIBERTAD y quitar opresión estatalista. Cuantas más medidas se hagan para fomentar algo, más difícil será ponerlo en práctica (y no es descabellado lo que digo, es más, con echar una mirada atrás en el tiempo y fijarnos en la historia, cuanto más se protegió algo, más fácil era saltarse a la torera las leyes y oprimir más).
3.      El tercer punto, llamado “Derecho a la vivienda”, es un claro ejemplo de aumento de intervencionismo estatal. Es darle aún más poder a quién nos ha estado oprimiendo. Es darle a aquellos que durante tanto tiempo nos han mangoneado la potestad de hacer lo que quieran. Cuando alguien se ha ganado algo con el sudor de su frente, que venga un tercero a quitárselo “por el bien común” es como decir que cuanto menos trabajes y menos te esfuerces más recompensa tendrás.
4.      El cuarto punto es el llamado “Servicios Públicos de Calidad”. Esto ya es una incongruencia, una contradicción de términos… si algo es público JAMÁS será de calidad. Y sólo hay que fijarse en la vida cotidiana para ver donde hay más calidad, si en el sector privado (cobran por dar calidad) o en el público (cobran por respirar… la calidad es algo “sobrevalorado” para ellos). Y no me valen las encuestas, los estudios y los análisis que digan que la Sanidad Española (por poner el ejemplo más famoso) es la “más mejor” del “mundo mundial”… que cada persona piense en lo que le ha significado la Sanidad Española a ellos individualmente, y luego hablamos.
5.      El quinto punto es el llamado “Control de las Entidades Bancarias”… este punto dará mucho que hablar, pero voy a dar mi visión del asunto. La banca es un ente privado y como tal debería ser tratado, es decir, que acepto el primer epígrafe (nada de rescates, si la cagan, que asuman las consecuencias), pero el resto ya es meterse en harina de otro costal. Es darle más poder (aún) al Estado para que siga haciendo lo que quiera. Cuanto más poder tenga el Estado, más poder tendrán sus “amigos” (y la banca es uno de sus amigos… uno de los “más mejores” amigos del Estado). Para evitar que la Banca tenga más poder, lo que hay que hacer es evitar que el Estado tenga más poder. Si un banco quiere meter dinero en paraísos fiscales, es porque en el país en el que tiene el dinero están los impuestos muy altos… bajemos los impuestos y el banco no meterá dinero allí, por lo tanto el segundo epígrafe es un aliciente al cuatro: subir impuestos implica que el banco se irá del país a un paraíso fiscal… sencillamente, ¡qué gran idea! Si el banco especula y “gana”, bien que todos los interesados se quedan callados y no protestan, pero si pierde… entonces ya saltan los de siempre diciendo que hay que regular. Si el Estado no se mete, si no hay rescates… los bancos se quedarán muy quietos y se lo pensarán muy mucho antes de “especular”, pues cuando lo hagan, deberán aceptar las consecuencias (buenas o malas). Por lo tanto para evitar esto, eliminemos el poder del Estado, en lugar de aumentárselo.
6.      Sexto punto, “Fiscalidad”… aumentar impuestos… aumentar el robo y la extorsión del Estado… si ya nos cuesta malvivir ahora que “papacito Estado” se queda con la mitad de lo que ganamos, ¿qué haremos cuando se quede con todo? ¿Para qué trabajar? Si es que parece ser que quienes han hecho estas propuestas no las han pensado demasiado. Porque, aunque la gente piense que se le subirán los impuestos a las rentas más altas, la realidad es (siempre ha sido así y siempre será así), que las rentas más altas nunca son afectadas por estas medidas (se largan del país y tan felices) y al final quién tiene que asumir el coste de esas subidas de impuestos somos los de abajo, los de siempre, los que mantenemos con nuestro trabajo a todos estos parásitos sociales. Así que cuando un gobierno habla de subir impuestos me cabreo, pero lo asumo (es lo de siempre)… cuando lo dice el ciudadano, entonces pienso que algo falla pues la gente no puede ser tan ingenua de pensar que a ellos no les va a tocar.
7.      Séptimo punto, “Libertades Ciudadanas y Democracia Participativa”… aquí no me meto, pues me parece un gran punto, aunque escaso, ya que la libertad ciudadana debería ser el tema principal, y no un mero apunte relegado al séptimo lugar. Además, es incompatible con el resto de los puntos… aumentamos el poder del Estado y ¿queremos aumentar la libertad del ciudadano? Es absurdo. Si realmente queremos aumentar la libertad, lo primero que hay que hacer es disminuir la autoridad del Estado, disminuir su poder y reducir al mínimo indispensable sus opciones de Control, Robo, Extorsión y Manipulación que tiene ahora. Con los puntos anteriores se busca aumentar todo eso… explicadme como entonces se aumentará la libertad del ciudadano.
8.      Octavo punto, “Reducción del Gasto Militar”… totalmente a favor.

            Desde aquí quiero dar a conocer otro movimiento, más liberal, más realista. El movimiento Libertad Real ¡Ya!, que el partido político P-Lib (Partido de la Libertad Individual) ha creado para dar a conocer otras propuestas más liberales que aumentan la libertad del ciudadano de forma real, al tiempo que limitan el poder opresor del Estado. Aquí podréis leer dichas propuestas.

            El próximo 22 de mayo se celebran unas elecciones y da igual lo que hagamos saldrán los de siempre… ese es el poder que tiene ahora mismo el Estado. Si aumentamos su poder, no cambiaremos nada. Lo que hay que hacer es seguir luchando por la libertad. Luchar por quitarnos de encima el miedo a “papacito Estado”. Luchar por eliminar esta corrupta Casta que nos mangonea. Luchar por los derechos del individuo. Y poco a poco seguir sumando gente a la lucha, hasta que ya no puedan hacer nada cuando sea la sociedad entera la que exija el cambio.

martes, 3 de mayo de 2011

Imposición Moral

            Empecemos el post de hoy con una definición académica de lo que significa la palabra moral


moral1.
(Del lat. morālis).
1. adj. Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia.
2. adj. Que no pertenece al campo de los sentidos, por ser de la apreciación del entendimiento o de la conciencia. Prueba, certidumbre moral
3. adj. Que no concierne al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano. Aunque el pago no era exigible, tenía obligación moral de hacerlo
4. f. Ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.
5. f. Conjunto de facultades del espíritu, por contraposición a físico.
6. f. Ánimos, arrestos.
7. f. Estado de ánimo, individual o colectivo.
8. f. En relación a las tropas, o en el deporte, espíritu, o confianza en la victoria.



Obviando las acepciones cuarta a octava, por ser relativas al estado de ánimo, y centrándonos sólo en las primeras, podemos ver un factor común en todas ellas. La moral viene a ser una forma de ver el mundo y de comportarse en consonancia

            Ahora bien, cada persona es un mundo en sí misma, y por lo tanto tiene una moral individual que no tiene por qué coincidir con la de los demás. De ahí el título de esta entrada, la imposición de esa moral. 

            Cuando hablamos de moral, se suele entender que nos referimos a la conducta ética ampliamente aceptaba por el conjunto de la sociedad. Son una serie de valores autoimpuestos por la sociedad en sus miembros que les permiten vivir como individuos pertenecientes a un conjunto mayor de personas. Así tenemos las distintas sociedades actuales en las cuales los miembros (al menos la mayoría de ellos, pues siempre hay excepciones) saben cómo comportarse de forma que podríamos calificar como “innata”, pues si bien no es algo con lo que nazcamos, sí es algo que aprendemos desde el mismo momento del nacimiento, de forma que lo interiorizamos de forma inconsciente.

            Todos sabemos que matar está mal. Todos sabemos que la tortura es algo malo. No porque existan leyes en su contra, sino porque la sociedad nos ha educado así. Gracias a estas conductas morales podemos vivir en sociedad, podemos coexistir con el resto de los individuos.

            Pero en el planeta Tierra no existe una única sociedad, sino gran cantidad de ellas. A medida que vamos reduciendo el ámbito de actuación podemos ver que incluso dentro de una misma sociedad hay un gran subconjunto de ellas. Así podemos decir que a día de hoy hay tres grandes (hay más que no pertenecen a estas, pero son minoritarias) sociedades en el planeta: la occidental, la musulmana y la oriental. Y cada una de ellas se divide en otras sociedades más pequeñas, por ejemplo podemos definir las distintas sociedades por países, por religiones, por ámbitos, etc. Incluso dentro de una misma sociedad religiosa nos encontramos con sub-sociedades que en algunos casos son francamente irreconciliables entre sí, aún cuando todas vengan a definir los mismos valores. Así por ejemplo el cristianismo se divide en protestantes, católicos y ortodoxos.

            A medida que vamos disminuyendo el ámbito en que nos movemos, nos damos cuenta de que al final todo se centra en las relaciones individuales. Al final es el propio individuo el que define su propia moral. Hay una serie de principios muy básicos que le permiten vivir en sociedad, pero luego existen otros principios más complejos que lo diferencian del resto de los individuos. 

            De forma habitual, ese individuo es feliz con su individualismo. Acepta su moral como válida y verdadera, pero también acepta la de los demás como asimibles, podrá compartirlas más o menos, pero no por ello va a imponer la suya como única moral posible. Podríamos definir este tipo de comportamientos como el “Vive y deja vivir”. Pero siempre hay excepciones. Siempre hay algún individuo que no sólo no acepta la moral de los demás, sino que trata de imponer la suya propia por encima de la de los demás, ya que considera que la suya es la única válida, la suya es la “más mejor”. Este tipo de personas es muy minoritaria, pero muy importante. Pues aún cuando se trate de un porcentaje de un uno por millón, esa persona siempre será capaz de unir a otras personas con las que comparta su visión y comience la imposición. 

            Todas las religiones empezaron así. Alguien que “conoce la verdad” se dedica a imponer dicha verdad a los demás (tanto si lo quieren como si no), en ocasiones a través de la promesa de castigos eternos después de la muerte, y en otros demostrando que lo que pueda existir después de la muerte no es nada comparado con lo que existe antes de la muerte (o sino que se lo pregunten a todos los “interrogados” de la Inquisición Católica, o a las "brujas" de Salem, o a los judíos durante el Holocausto).

            A día de hoy tenemos una religión en el mundo que aún busca este tipo de imposición moral. El resto ya están más o menos controladas por los propios individuos que las forman, pues las mayorías impiden a los exaltados minoritarios que se dediquen a volver a los “viejos buenos tiempos” (que aún quedan algunos… más de los que nos gustarían). Esa religión es la musulmana. Puede que muchos musulmanes tengan en mente el “vive y deja vivir” propio de una conducta aceptable en sociedad, pero aún hay demasiados que aún creen que su moral, su visión del mundo, es la única válida y al resto hay que matarlos (más o menos lo que viene a decir el Corán sobre lo que hay que hacer con los infieles, es decir, con todo aquel que no sea musulmán).

            También tenemos una sociedad que hace lo mismo. Los USA imponen el “estilo de vida americano” en el mundo, como si esa visión del mundo fuese la única aceptable. Como si todo lo que no fuese “américa” (y sí, la pongo en minúsculas pues no es América continente, sino américa “idea de los USA”) fuese una escoria a la que hay que aplastar o conquistar ideológicamente o militarmente (sobre todo si tienen petróleo, los demás no importan), con la escusa de “imponer la democracia y los valores americanos”.  

            Aquí es donde hay que diferenciar entre la defensa y el ataque. La defensa es cuando, ante un ataque contrario (siempre tiene que haber un ataque de la otra parte primero, o bien una posibilidad de ataque del 100%, como si al ir por la calle un ladrón nos amenaza con un cuchillo, no hay ataque real, pero la posibilidad es del 100% si no accedemos a sus demandas, luego ahí la defensa está justificada), una persona (o sociedad) pone toda la carne en el asador para eliminar dicho ataque. El ataque es todo lo demás.

            ¿A qué viene todo esto? Este tostón que he soltado hoy viene de unas cuantas noticias que han salido en prensa últimamente. Por un lado la noticia de que en Francia ahora es ilegal llevar Burka. Podemos analizar esta noticia desde los dos puntos de vista posibles. Por un lado de imposición moral de unos sobre otros, en este caso la sociedad francesa mayoritaria (se supone, en realidad a la mayoría de los franceses les daba igual como vistieran las mujeres… bueno no… siendo franceses, seguro que prefieren que todas vayan en lencería fina, pero bueno) no gusta de ver esos calcetines gigantes de cuerpo entero y por lo tanto impone esa visión sobre esa minoría. Por otro lado el ataque a una forma de vida que no hace daño (físico, que psíquico es otro cantar… aunque también se podría hablar de daño físico, pues a 40 grados por la calle ir con uno de esos no debe ser demasiado agradable, pero sigue siendo decisión personal, y por lo tanto no deberíamos meternos en ello) a nadie. ¿Cuál es la correcta? Si lo analizamos desde el punto de vista “liberal individualista”, la respuesta es obvia: “la libertad de uno termina donde empieza la libertad del otro”. Si lo analizamos desde el punto de vista de la “sociedad como conjunto”, la respuesta es más bien del estilo: “En mi casa se hace lo que yo digo” (el burka está prohibido en las zonas públicas, es decir, en las zonas que “pertenecen” a la sociedad en su conjunto; luego cada cual en su casa que haga lo que quiera). Y ambos tienen razón, cada cual desde su punto de vista.

            Pero ¿y si la noticia es más bien esta? Osama bin Laden ha muerto. Lo han asesinado en su casa (una pequeña mansión de varios millones de euros… no se vive mal siendo terrorista) en Pakistán. Así tenemos que los EEUU han mandado un grupo de soldados a buscarlo, asaltaron la casa, le pegaron dos tiros en la cara y tiraron el cuerpo al mar (al menos eso dicen los noticiarios, además de mostrar fotos claramente retocadas).

            Si analizamos esto en profundidad nos asaltan un par de dudas existenciales (al margen de las típicas teorías conspiranoicas, sobre si en realidad ha muerto, sobre si lo sabían ya desde hace mucho y no han soltado la noticia hasta ahora porque necesitaban el “golpe mediático”, etc.). En primer lugar Bin Laden era un asesino, un terrorista, un criminal, un genocida y “mal bicho” en general. Por ello se monta una búsqueda que dura diez años y termina en la muerte del susodicho. En segundo lugar EEUU sólo se estaba defendiendo, no atacando, y gozan de la superioridad moral que les da ser un régimen democrático electo y demás tonterías. También podemos dar la vuelta a la tortilla y decir lo siguiente: Los USA son unos asesinos, criminales, terroristas, genocidad y “mal bicho” en general (no he mentido en ningún caso, por desgracia). Bin Laden sólo estaba defendiendo sus creencias de los ataques que había sufrido su pueblo por parte de los USA (por desgracia tampoco estoy mintiendo) y tiene la superioridad moral que le da el haber sido elegido por Alá.

            Al margen de las creencias de cada uno, lo que sí es objetivo, es que USA fue ATACADO el 11 de septiembre, y por lo tanto está en su obligación el defenderse. Pero también es objetivo decir que Bin Laden fue ATACADO este domingo pasado. Las tropas estadounidenses entraron en un país sin su consentimiento (creo que en el idioma internacional a eso se le suele llamar “invasión”… pero parece ser que si lo hacen los yanquis no pasa nada), allanaron una morada privada, asesinaron a 4 personas (una de ellas una mujer que fue usada, según palabras del propio comando, como escudo humano por uno de los hijos de Laden, pero que a los comandos no les importó matarla para matar también al de detrás) y se marcharon tan felices. Y por lo tanto (para desgracia de los que preferimos el “vive y deja vivir”) ahora están legitimados sus “herederos ideológicos” a defenderse. Se ha creado un nuevo mártir, se ha echado leña al fuego de su causa. Y en breve veremos cómo vuelven a aparecer atentados terroristas de gran calado.

            Al final lo único que queda es que desde el mismo momento en que una persona (cualquier persona) se cree en posesión de una verdad moral superior a la de los demás, y empieza con la adoctrinación e imposición de dicha moral a los demás… ese es el momento en que ha comenzado un “ataque” real, y el individuo debería “defenderse” en serio. Desde el mismo momento en que una persona se cree superior a los demás, desde el momento en que la sociedad debe mirar “hacia arriba” para verlo, desde el momento en que sólo se dan dos soluciones: “aceptación” o “muerte”… ese momento marca el fin de la moral real y la desaparición paulatina de la libertad del individuo, frente a la voluntad de la masa idiotizada por la “Verdad Suprema” de unos pocos.