Ayer recibí un correo electrónico de Alba, la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra. En dicho correo se nos explicaba que el año 2010 había sido un mal año para las farmacias en Galicia, pero que no era nada en comparación con lo que nos espera en 2011. Los motivos principales son que la Xunta va a seguir cobrando por los AIO (pañales), de forma que seguirán dando pérdidas cada vez que se dispense, así como por el nuevo catálogo gallego de medicamentos. Y es principalmente de este tema en concreto de lo que voy a hablar hoy. Y más que del catálogo, de su implicación sanitaria, así como de las imposiciones políticas a las farmacias.
Resulta que la Xunta ya tiene casi terminado el catálogo, dispuesto para que el día 30 de este mes se apruebe y así entre en vigor el día uno de enero del año que viene (que puede parecer muy lejos, pero en realidad son dos semanitas). Ese catálogo, por ahora, tiene en su interior un listado de 25 moléculas que serán las que se financiarán en Galicia, que para mediados de enero se ampliarán a 50.
Esas moléculas no cubren todas las alternativas terapéuticas, ni mucho menos. De forma que la Xunta añade que se financiarán otras moléculas en aquellos casos de alergias, incompatibilidades, problemas, etc. Pero esto lo dice en “grande”, porque queda muy bonito, pero luego, en el mismo texto, se nos exige a las Farmacias que sustituyamos (algo que la ley nos impide hace) todo medicamento que dé el médico por alguna de esas 25 moléculas. Las cuales, por cierto, sólo se financiarán las que cuesten el precio menor o más bajo. Algo absurdo, ya que el precio menor no lo marca la Xunta, sino el Gobierno Central, y se actualiza mes a mes, en función del medicamento más barato que haya, de forma que jamás habrá ningún medicamento más barato que el del precio menor. Pero eso ya es otro cantar.
El Colegio de Pontevedra le solicitó a la Xunta un período de “convivencia” entre el catálogo y la normativa estatal, pues si bien es un absurdo el que en Galicia la sanidad sea peor, ya que nos lo imponen, tendremos que tragar, pero por lo menos con esa convivencia, se podría eliminar parte del stock que hay en las farmacias de aquellos medicamentos que ya no se financiarán… la respuesta de la Xunta fue algo así: “te jodes”. No habrá convivencia. Ni tan siquiera sabemos que moléculas habrá… de forma que a día de hoy los stock en las farmacias de Galicia son un absurdo. No podemos saber qué es lo que tendremos que tener a día 1 de enero, pues no nos lo dicen. Pero sí nos dicen que nada de lo que tengamos nos lo pagarán. De forma que toda la inversión que se ha hecho en las farmacias para garantizar una atención sanitaria apropiada, se reduce a “nada”, un montón de dinero que desaparece. Y no se trata de que una inversión haya salido mal, pues en ese aspecto ya no habría nada que decir, es “mercado”, sino que la Ley nos obliga a tener esos stock, y ahora otra ley nos obliga a que nos los comamos.
Ya está bien de tanta política sanitaria. Lo único que han logrado los políticos en el tema sanitario es aumentar costes, disminuir prestaciones y eliminar calidad. Siempre a costa de los pacientes.
A partir de enero en Galicia la Sanidad será algo a parte. Un ente nuevo, totalmente ajeno al Estado Español, en el que cuando alguien que no sea gallego venga, se encontrará con que lo tratan peor que en el resto del país. Que las medicinas que se le dan son de peor calidad (hay medicamentos genéricos que SÍ mantienen bioequivalencia con los medicamentos de marca, pero hay otros que no… y muchas veces, son precisamente los más baratos los que no “curan igual”). Y que si protestan, pues “ajo y agua”.
Y lo que más gracia me causa es la Pajín. Que ahora protesta por el catálogo gallego. La única razón de esa protesta es que la idea se le ocurrió a otro partido y no al suyo. Que si en Galicia siguiese el bipartito y se les hubiera ocurrido esa brillante idea a ellos, pues de seguro que SuperPajín lo hubiera aprobado. Pero claro, ya que no puede hacer “milagros” con el catálogo, se dedica a hacerlo con las “dosis unitarias”.
Según los últimos estudios, con las medidas que se han aprobado en 2010, y con las que aprobarán en 2011, un 15% de las farmacias en la provincia de Pontevedra cerrarán entre finales de 2011 y principios de 2012. Quiebra total de esas farmacias. Y no se trata de farmacias de ciudad, en las cuales el que vayan mejor o peor se debe principalmente a la visión comercial, a la venta de parafarmacia, al trato, etc. Sino que se trata de farmacias rurales, que viven sólo de la atención a pacientes muy mayores. Con estas medidas, las farmacias verán cómo cada mes, la facturación es mayor, pero los beneficios son menores… hasta el punto de no poder cubrir gastos.
Y luego nos quieren vender una “Sanidad Universal y de Calidad”… no sé yo donde estará. Porque desde luego que por aquí no.
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